La que analiza Todo

La nota al pie de la nota al pie

Saturday, July 29, 2006

Cómo me molesta la gente que postea sin nada que decir. Así que eso: Nada.

Monday, July 24, 2006

Sin palabras que lo expliquen

COLD IN HAND BLUE

y qué es lo que vas a decir
voy a decir solamente algo
y qué es lo que vas a hacer
voy a ocultarme en el lenguaje
y por qué
tengo miedo

Alejandra Pizarnik

Saturday, July 22, 2006

Viene a Cuento cumple 100

El programa de cabecera de los miércoles a la medianoche, Viene a Cuento cumple 100 programas y festeja con entrevistas a Sasturain, Terranova, Devetatch, Kohan, Paszkwsky y Battista y por supuesto los dos cuentos de todas las noches, editados y preparados para escuchar antes de dormir, música y aire muy dinámico, este miércoles el tema es La Iniciación en la literatura. Escuchalo por acá.

Saturday, July 15, 2006

La previa

¿Qué es la previa a la salida? juntarse a tomar algo en un bar que no es el bar al que se va como salida, pero se va antes a hacer exactamente lo mismo que en el bar final... si yo me voy a mi casa antes de ir a la salida y solo voy a la previa... contará como salida?

Además, para mi la previa tambien involucra elegir la ropa, peinarme, maquillarme, vestirme, probarme medio placard, y volver a ponerme lo del principio, pura y exlusivamente para poder hacer la previa.

Y... ni hablar de previas de otro tipo... ahí también es discutible qué pasó o qué no pasó...

PD: Una frívola, para cortar, no?

Thursday, July 13, 2006

La ciudad y el antisentimentalismo-Olivari-

Ana Ojeda Bär y Rocco Carbone reproducen en su “Estudio preliminar” un censo que refleja que la ciudad de Buenos Aires en sólo cincuenta años duplicó su población, lo que se debe al gran avance inmigratorio: “Un desarrollo vertiginoso que, en pocas décadas, modificó las características físicas, étnicas, lingüísticas y culturales de la ciudad. Al mismo tiempo generó una excesiva concentración urbana, en la que la colectividad hizo valer su propia contribución, provocando una desordenada mezcla social (...)”[1]. La eclosión urbana provocó en el campo de las letras distintas representaciones de la ciudad. En Borges, por ejemplo, la ciudad es la ciudad de los barrios lejanos, y la propia experiencia de ciudad, en Girondo, la ciudad es la velocidad, y la modernidad, en Carriego, la ciudad implica lo que hay evitar, frente a los barrios que es donde se preserva lo bueno.
En cambio, en Nicolás Olivari, lo urbano aparece como una degradación de lo sublime: la mujer trabajadora, sucia, tísica, prostituta, infiel; el poeta “alquilando su pluma”-como dicen Bär y Carbone-; la fragmentación de la mirada; lo artificioso en todos los aspectos-la vestimenta, el maquillaje, las metáforas sobre el cuerpo, etc- el lenguaje corriente y coloquial, quizá vulgarizante.

Nicolás Olivari propone una experiencia de ciudad que está muy relacionada con el mundo mercantil. En ese sentido, la mirada sentimental de autores como Carriego no tiene lugar. Un referencia directa a esto es el poema “La costurerita que dio aquel mal paso”[2], en que la costurerita de Carriego, se ha mudado a un “pisito” en un “barrio apartado”, recibe lujos como collares de perlas y bombones de “viejos que no la molestan mucho”. El mal paso del título y del poema de Carriego, que podría entenderse como un “trastabilleo”, o un “paso en falso”, en la tercera estrofa se convierte –gracias al recurso de la alteración del orden sintáctico, que pareciera tener implicancias sobre la alteración del orden moral- en un “paso malvado”, es decir con malas intenciones. En esa misma estrofa, aclara Olivari, que si no se ‘hubiese convertido en malvada’, estaría “tísica”, la enfermedad de la mujer porque es puro cuerpo[3], no es etérea ni inmaculada como en Carriego, Lugones, u otros de la corriente más sentimental.
La mujer, no sólo no es incorpórea, de belleza ideal, esposa y madre sino que es puro cuerpo: es terrenal, y se dedica como profesión a los placeres terrenales: La mujer no sólo está en la calle sino que trabaja en la calle, y lucra con su cuerpo. La poesía de Olivari está saturada de prostitutas. Por lo tanto, esta mujer, es vista sólo como cuerpo, pero pintado, preparado, para intercambiarlo por dinero: imitado, en algunos poemas, esa mujer está formada por elementos fríos y duros pero que revisten lujo y dinero –en “Artificial”, por ejemplo: mujer de “ojos brillantes”, “corazón de oro”, “pintada como una porcelana”, etc- en otros, está animalizada -por ejemplo en “La negra olvidada en la lechería”, que tiene una “lengua ofídica”- y en otros casos, está maquillada, o usa elementos que copian lo natural para cubrir la edad -como en “La musa de la mala pata” que usa “dientes postizos”, o “cold-cream rosado” para las arrugas.
Hay gran cantidad de mujeres trabajadoras: la obrera, la dactilógrafa aparecen junto a la prostituta como personajes . Estas mujeres nos son bellas, no tienen cuerpos deseables como las prostitutas, sino que están generalmente enfermas, descriptas a partir del oximoron, o la animalización o la cosificación, como en “La dactilógrafa tuberculosa” que es una “doncella (es decir, una virgen) tísica y asexuada”, con “senos inapetentes”, con “cara granulada”, que es una “pobre yegua flaca” “con los dedos como espátulas”.
Aquí se puede apreciar también el distanciamiento de escritores sentimentales, en donde la tuberculosis era una enfermedad romántica[4], cubierta de heroísmo. La descripción de estas mujeresoscila entre esta enfermedady la asociación con lo animal, por ejemplo en el poema “Mi mujer”, en que la esposa del yo lírico está asociada a una vaca “olorosa a leche agria”, es decir que ni siquiera se la relacionaría con una madre. En este poema también se puede ver un rasgo fundamental que tiene que ver con los uso coloquiales del lenguaje que realiza Olivari –“Me animalizastes a tu nivel”- que tendría por efecto degradar el lenguaje poético, teniendo en cuenta que ya había degradado todas las representaciones de mujer, de trabajo, de ciudad, de enfermedad.

Siguiendo a Bajtin[5], esto podría pensarse como carnavalesco, ya que estaría enalteciendo ‘lo bajo’, o trayendo a ‘lo alto’ elementos de ‘lo bajo’ a partir de estilizaciones, parodia y citas con efectos humorísticos, pero también con una idea crítica respecto de la sociedad y la ciudad moderna. En 1924, definiendo al grupo de Boedo, Barletta y Olivari dijeron que “la literatura debía ‘contener la nota agria de la verdad dicha sin limitaciones y el sollozo sordo de la miseria y el dolor’ oponiéndose así a una ‘literatura falsa, romántica y hueca’”[6]. Así se distancian también en textos no ficcionales de las otras corrientes literarias de la época, representadas principalmente por el grupo de Florida, pero también por los autores de letras de tango, y novelas folletinescas, donde lo sentimental -lo “rosa”[7]- reina.

En este sentido resulta operativo revisar el aparato paratextual de estos tres libros, sobre todo los prólogos y dedicatorias. En La amada infiel, el libro está dedicado a “las compañías de tranvías Anglo-Argentino y Lacroze, en cuyos mugrientos y faraónicos coches, transcurren oscuramente las mejores horas de mi alegre juventud”. Respecto de la ciudad, salta a la vista la palabra tranvía, transporte urbano por excelencia de los años ’20 y ’30. Lo interesante está en los oxímoron que arman pares grotescos: “mugriento” junto a “faraónico”, “oscuro” al lado de las “mejores horas” -en clara referencia a la diversión a partir de lo prohibido por lo moral- y juventud.
En La musa de la mala pata su dedicatoria pone aún más en escena este trastocamiento: su libro está catalogado de “grotesco, rabioso e inútil”, está consagrado a “los empleados de Comercio de la Ciudad”,que se adjetivan como “pobres seres canijos y dispépticos que nunca conocieron el amor” y que para vivirlo, lo deben hacer a través del artificio del “”cinematógrafo”. Estos empleados, se diiferencian mucho del yo lírico luego propuesto, ya que éstos tienen elementos para escribir, pero no los usan ‘poéticamente’: “limpian sus lapiceras en el lamentable relieve de sus traseros afilados por la inminencia de la patada patronal”. En esta dedicatoria se ve claramente el uso de la sátira y la mezcla de opuestos con efectos humorísticos que propone Bajtin.
En El gato escaldado en el texto previo a los poemas llamado “Palabras que se lleva el viento” Olivari define a la poesía como “ictericia” para luego explicitar que “Mezclar en la antinomia del lirismo puro los elementos de la realidad, exagerados hasta la irrealidad para quitarles su sabor a fábrica, será la labor única y suprema”, poniendo aún más de relieve sus procedimientos literarios de mezcla y yuxtaposición de opuestos y su compromiso con el ‘contar la verdad’ antes trascripto. Respecto de la ciudad, habla de “la decadencia respirable en que nos toca vivir”.
Pareciera hacer un manifiesto de su poética: “Menester será romper la carne y con sus filamentos aderezar lo sentido. El lirismo usado hasta ahora es bobalicón y miedoso. (...) Está ya agrietado y maquillado con los abundantes cold-creams de los academicismos. Su vejez es espantosa y repugnante ante las nuevas fórmulas.”
Aquí está criticando a la escritura sentimental y hablando de la propia, pero es sugestiva la sátira sobre la mujer, la vejez, el trabajo que pareciera no sólo una ironización sobre la urbanidad sino también de esa representación escrita de la mujer,que se puede leer en autores modernistas como Lugones, que la pintaban etérea.

La referencia urbana en Olivari está mediada por estas representaciones mercantilizadas de mujer, de cuerpo, de enfermedad. La ciudad es grotesca, subvierte lo alto y enaltece lo bajo, degrada lo sublime hasta convertirlo en algo excrementicio, convierte en objeto artificial a la juventud que se propugnaba desde la literatura sentimental. La ciudad está colmada de ironía, de sátira y de parodias.


[1] Olivari Nicolás. Poesías 1920-1930.La amada infiel. La musa de la mala pata. El gato escaldado, Buenos Aires, Malas Palabras Bucks Colección Pingüe Patrimonio, 2005
[2] Olivari, Ibid. Página 62
[3] Farías, Alejandro, “Mujer, muerte y ciudad en Nicolás Olivari” en El interpretador, número 2, mayo 2004 (http://www.elinterpretador.net/)
[4] Farías, Ibid
[5] Bajtin, Mijail, La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento, Barcelona, Barral, 1971
[6] Bär y Carbone, op.cit.
[7] Es de notar el tono irónico que adquieren los poemas en estos libros cuando aparecen personajes vestidos o adornados con el color rosa, que remite a las doncellas de las novelas sentimentales.


Bibliografía:
· Bajtin, Mijail, La cultura popular en la Edad Media y el Renacimiento, Barcelona, Barral, 1971

· Farías, Alejandro, “Mujer, muerte y ciudad en Nicolás Olivari” en El interpretador, número 2, mayo 2004 (http://www.elinterpretador.net/)

· Olivari Nicolás. Poesías 1920-1930.la amada infiel. La musa de la mala pata. El gato escaldado, Buenos Aires, Malas Palabras Bucks Colección Pingüe Patrimonio, 2005

· Romano, Eduardo, “Transgresión y grotesco en la poesía de Nicolás Olivari” en Las huellas de la imaginación, Buenos Aires, Punto Sur, 1990

· Sarlo, Beatriz, Una modernidad periférica: Buenos Aires 1920 y 1930, Buenos Aires, Nueva Visión, 1988

Gabriela Szmulewicz

Thursday, July 06, 2006

¿Dónde está la literatura latinoamericana contemporánea?

R me hizo esta pregunta, café de por medio. Me decía que un profesor de él, en la facultad se hacía esta pregunta. Yo le respondí que estabamos en una carrera en la que se arman cánones, que puede entrar a las librerías y ver los autores nuevos, que debe pasear por internet, y "bloguear" un poco, que para mí está lleno de nuevos escritores, que de hecho era amiga de algunos... sé que ustedes están del otro lado, escritores "nuevos" para el mercado editorial y lectores de siempre en busca de nuevos libros, propongamos dónde está, para que R crea.

PD: dejo afuera compilaciones de taller literario, no porque no contienen obras nóveles, sino porque no son obra de un autor, sino un colectivo, que no sale de un autor siendo publicado por motus propio.

Saturday, July 01, 2006

Primero lo primero

Una de las razones de este blog es que estaba podrida de no tener lugar donde publicar mis textos, tanto ficcionales -si es que me animo algún día- como de crítica literaria, o de análisis, si es que puede llamarse así... Las lógicas de circulación de eso son muy nulas: digo, escribo algo que me gusta, que me parece relativamente bien escrito pero que no tiene más lectores que un docente universitario que a veces sólo se toma el trabajo de poner un número debajo del escrito, no deja comentarios, críticas, ni nada... y ahí se terminó la vida útil de eso a lo que una -es decir yo- le puso tantos días y tantas horas en leer, pensar, releer, hipotetizar....Son textos escritos para un único lector. Aquí intento cambiar eso. Iré subiendo de a poco textos que me gusten mucho, o que no me agraden, para que los que tengan interés participen.
Lo último que escribí de este tipo es un texto sobre la poestía de Nicolás Olivari, escritor muy divertido, interesante, irónico y muchos etcéteras. Para poner ese texto crítico, pongo primero poesías de este muchacho, para que lo ojeen. En los próximos días viene la crítica.

Aquí y aquí hay poesías varias, yo copio un par:

Dedicatoria de La musa de la mala pata
Dedico este libro, grotesco, rabioso e inútil, a todos los empleados de Comercio de mi ciudad. Pobres seres canijos y dispépticos que nunca conocieron el amor y dividieron la vaguedad sentimental de sus vidas entre el cinematógrafo de barrio y la magnesia calcinada de Carlos Erba. Pobres seres que huelen los versos y mastican la 5ª edición de «Crítica» mientras limpian sus lapiceras en el lamentable relieve de sus traseros afilados por la inminencia de la patada patronal.
Advertencia: Las ilustraciones que hay en este libro fueron robadas por el autor de «La musa de la mala pata» en revistas francesas y argentinas. Con la despreocupación de hijo del siglo no se detuvo a investigar el nombre de los autores. Pero con su defensivo instinto de franco tirador ante la propiedad artística asegura que no discutirá a nadie que presente su reclamación en tal sentido, la paternidad de las ilustraciones y si mucho se empeñan, la paternidad de los poemas, cosa que felizmente, por las razones que darán sus críticos, no sucederá. Así como el editor multimillonario del año 2926 publicará los versos del autor de «La musa de la mala pata» con el dulce título «Cancionero popular anónimo» o «Antología de los poetas atorrantes del siglo pasado» sin entrar a discutir con el erudito profesor de literatura de los archivos de la Universidad General de Chuquisaca que, con gran acopio de datos falsos y citas erradas pruebe mi paternidad en los poemas que desintegran este libro. Nicolás Olivari.

La dactilógrafa tuberculosa
Esta doncella tísica y asexuada,
esta mujer de senos inapetentes,
-rosicler en los huesos de su cara granulada,
y ganchuda su israelita nariz ya transparente...

Esta pobre yegua flaca y trabajada,
con los dedos espátulas de tanto teclear,
esta pobre mujer invertebrada,
tiene que trabajar...

Esta pobre nena descuajeringada,
con sus ancas sutiles de alfiler,
tiene el alma tumefacta y rezagada
¡y se empeña en comer!

Yo la amé cuatro meses con los ojos,
con mis ojos de perro triste y vagabundo;
cuando le miraba los pómulos rojos,
¡qué dolor profundo!

Un día juntamos hombro a hombro
nuestra desdicha;
vivimos dos meses en un cuchitril;
en su beso salivoso naufragó la dicha
y el ansia de vivir...

Una tarde sin historia, una tarde cualquiera,
murió clásicamente en un hospital.
(Bella burguesita que a mi lado pasas, cambia de acera,
porque voy a putear...)

Olivari Nicolás. Poesías 1920-1930. La amada infiel. La musa de la mala pata. El gato escaldado, Buenos Aires, Malas Palabras Bucks Colección Pingüe Patrimonio, 2005